· los británicos,
asentados en su base Singapur, se sentían seguros. Pensaban que solo podían ser
atacados por el sur y allí enviaron más de 80.000 soldados, defensas
antiaéreas, artillería pesada… Entretanto, los japoneses decidieron
sorprenderlos. Sabían que por los manglares y la selva no podían avanzar con
artillería o carros de combate… pero sí
con la infantería en bicicleta. Desplazándose con las bicicletas se desplegaron
rápidamente y atacaron en varios frentes. Cuando los británicos quisieron
reaccionar ya era tarde, los japoneses había roto las líneas defensivas del
norte e hicieron miles de prisioneros.
José Antonio Muñoz Alaman
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